Cada día se suben más canciones al mundo digital. Sin embargo, por primera vez en años, esa curva que parecía ascendente sin fin ha empezado a mostrar una ligera baja. Según el estudio más importante de la industria musical global, realizado por IFPI y Luminate, en 2024 se registraron 100.000 canciones por día. Aunque suene abrumador, esta cifra representa un 4% menos que en 2023, cuando el promedio diario alcanzaba las 103.000 canciones.
Este dato abre preguntas inevitables:
¿Estamos llegando al techo de la creación musical?
¿Será que quienes soñaban con hacer música ya lo están haciendo?
¿O simplemente fue una anomalía temporal del 2024?
También está la gran incógnita sobre el impacto de la inteligencia artificial. ¿No se suponía que herramientas como Suno y otras plataformas de generación musical iban a disparar la cantidad de obras creadas? Al parecer, esa explosión todavía no ha sucedido a gran escala.
Independientes vs. Majors: la brecha que se amplía
Otro dato revelador del estudio es la distribución de origen de estas nuevas canciones. Solo el 8% de las canciones registradas provienen de las grandes discográficas (las llamadas Majors, como Universal, Sony y Warner). En cambio, un 91% pertenece a sellos independientes y artistas autoproducidos.
Este fenómeno plantea un panorama claro: la música independiente está ocupando un lugar cada vez más protagónico. ¿Estamos presenciando un cambio estructural? ¿Está el ecosistema musical mudándose hacia una descentralización real donde las grandes ya no dominan como antes?
Más canciones, menos escuchas: la sobreoferta musical
Hoy existen aproximadamente 202 millones de canciones disponibles en plataformas digitales. Pero lo impactante no es la cantidad… sino la falta de escucha.
– 93.2 millones tuvieron entre 0 y 10 streams en el último año.
– 47.7 millones tuvieron entre 11 y 100 streams.
Dato revelador: el 60% de la música registrada no pasa de los 100 streams.
– 34.6 millones recibieron entre 101 y 1000 streams.
Eso significa que más de 174 millones de canciones (¡el 86% del catálogo!) no superan las 1000 reproducciones.
– 24.1 millones se ubican entre 1000 y 100.000 streams.
– Solo 2.6 millones de canciones alcanzaron entre 100.000 y 1 billón de streams.
Este último grupo representa un porcentaje mínimo, pero también un club exclusivo:
Si tienes una canción con más de 100.000 streams, ya estás por encima del 99% de los artistas del planeta Tierra.
La respuesta de Spotify: monetización más estricta
En este contexto, Spotify ha tomado una decisión fuerte: a partir de este año, las canciones que no lleguen a 1000 streams anuales no recibirán pagos. Esta política busca, entre otras cosas, optimizar el sistema de regalías y reducir el “ruido” de obras que no generan audiencia.
Reflexión final
La industria musical está atravesando una etapa de saturación sin precedentes. Si bien nunca fue tan accesible crear y distribuir música, nunca fue tan difícil destacarse. Los números hablan por sí solos: la cantidad no garantiza relevancia, y la independencia no necesariamente se traduce en visibilidad.
Pero también queda claro que estamos en un momento de transición. Las estructuras tradicionales están cediendo terreno, y los nuevos modelos —ya sean independientes, tecnológicos o impulsados por comunidades— están marcando el ritmo de lo que viene.
¿Será este el principio de un nuevo paradigma musical?